El gobierno local hizo la presentación ante la Fiscalía General. Mencionó intimidaciones para que no se corroboren los datos de quienes retienen tareas.
El gobierno de Guillermo Montenegro denunció este viernes a un grupo de empleados municipales por amedrentar al personal de control encargado de tomar los datos de quienes retienen tareas.
De acuerdo con la presentación ante la Fiscalía General, el miércoles agentes de la Dirección General de Personal y de la Subsecretaría de Control de Gestión se presentaron en diversas oficinas municipales para constatar el cumplimiento de las tareas que les competen. Lo hacían en el marco “del poder de dirección y control que les corresponde y con el objetivo de que se mantengan los servicios que la Municipalidad debe brindar a la comunidad”, en el marco de la retención de tareas parcial impulsado por el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), explicó el municipio.
“En el transcurso de esas visitas, tanto empleados mujeres como hombres fueron insultados y abucheados por querer controlar y debieron retirarse del lugar sin poder, en algunos casos, corroborar la información de modo fehaciente”, dice la denuncia. Y apunta que “la intimidación sufrida fue de tal magnitud que, a posteriori, manifestaron expresamente un pedido para que no se les asigne más esa labor, pues sentían inseguridad”.
Ayer, a las 8.15, “un nutrido grupo de personas identificadas como representantes del Sindicato de Trabajadores Municipales se presentó en el tercer piso de la Municipalidad, en donde se encuentran parte de
las sedes de las oficinas de la Dirección de Personal, y comenzaron a manifestarse en los pasillos”.
Según relató el municipio, “luego de unos minutos traspasaron las puertas de ingreso y con bombos, cacerolas y otros elementos semejantes irrumpieron entre los puestos de trabajo de las personas que allí se desempeñan, sus compañeros empleados municipales”.
“Entre cánticos, aplausos y ruido de bombos, se dirigieron al área del Departamento Control de Personal (donde presta funciones el grupo de empleados que el día anterior realizó los controles por las distintas dependencias), donde alzaron la voz intimidando a los empleados, interpelándolos a que no realicen más las tareas de control realizadas y anunciando que, de ser necesario, regresarían todos los días”, agrega.
Según surge de la denuncia, “en simultáneo un grupo de manifestantes se trasladó a la Dirección de Personal, donde continuó con el ‘ruidazo’ y golpeó la puerta de ingreso (la que por precaución se mantenía cerrada) y las paredes de la oficina (que son de durlok)”.
Para el gobierno local, “todo lo expuesto podría constituir delitos de intimidación, sin perjuicio de la calificación legal que la Fiscalía entienda corresponde a los hechos supra descriptos, teniendo en consideración que siempre deben respetarse los derechos y garantías de todas las personas que desempeñan sus tareas habituales en un ámbito laboral de respeto recíproco y libre de intimidaciones y amedrentamientos”.